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El correo electrónico se ha convertido en una forma de comunicación que se utiliza de forma habitual, tanto en el entorno personal como en el laboral. Para gestionar una cuenta de correo electrónico se pueden utilizar distintas formas, siendo una de las más habituales a nivel global el protocolo POP.
Conocer qué es POP y cuál es su funcionamiento es importante para poder tomar la decisión de configurar tu correo electrónico bajo este protocolo de comunicación.
El protocolo POP o Post Office Protocol se encarga de establecer una conexión entre un cliente y un servidor de correo electrónico para poder gestionar el envío de mensajes. La primera versión de este protocolo apareció en el año 1984 y ha ido evolucionando con el paso de los años, con actualizaciones que lo han mejorado en velocidad, seguridad y eficiencia.
El protocolo POP 3 es la última versión del protocolo POP que se actualizó en 1988. Este protocolo se ha ido actualizando a lo largo del tiempo, pero ha seguido manteniendo su nombre POP3. Junto a IMAP, POP3 es el protocolo más utilizado en todo el mundo para conectar un cliente de correo a un servidor email.
El protocolo POP3 es muy fácil de implementar y la conexión a un servidor POP3 funciona de manera sencilla. El servidor de correo recibe los mensajes y a través del protocolo POP3 los envía al cliente local, es decir, al usuario que utiliza el correo. Estos mensajes pueden enviarse al cliente de dos formas, dejando una copia en el servidor, o moviendo el correo hacia el cliente (por lo que desaparece del servidor).
Mediante el protocolo POP solo un cliente puede conectarse al correo al mismo tiempo, y a la hora de descargar un mensaje se hará de forma completa.
Para conectarse a un servidor POP son necesarios varios datos:
También es importante conocer el tipo de cifrado que se utiliza para poder indicarlo en la configuración del cliente de correo electrónico que se utiliza para el acceso.
IMAP y POP3 son los protocolos más utilizados para gestionar el envío y recepción de correos electrónicos entre cliente y servidor. Las principales diferencias entre ambos protocolos son:
IMAP almacena los correos en el servidor mientras que POP3 los descarga en el cliente para almacenarlos de forma local. EL protocolo IMAP trabaja de forma directa sobre el servidor de correo electrónico, mostrando su contenido al usuario. En el caso del POP3 se conecta al servidor y descarga su contenido y lo almacena de forma local, pudiendo dejar una copia en el servidor si se configura para ello.
Al utilizar POP3 se dispondrá del correo almacenado en el cliente, por lo que no es necesario disponer de conexión a internet para consultar los mensajes descargados. Con el protocolo IMAP se necesita de acceso a internet para poder acceder al servidor de correo y así poder leer los mensajes.
El espacio necesario en el servidor para almacenar los correos será mucho mayor en IMAP que en POP3, ya que en este último se descargan y almacenan de forma local liberando el espacio del servidor. Esta característica es muy importante a la hora de configurar el correo, sobre todo en empresas o particulares que reciban una gran cantidad de correos al día y que pueden llenar fácilmente la capacidad de almacenaje que tienen en su servidor de correo.
El correo IMAP es ideal para poder acceder a los mensajes desde múltiples dispositivos como ordenadores, smartphone o tablets. Al trabajar directamente en el servidor, cualquier cambio será reflejado en todos los dispositivos. Por su parte, el protocolo POP3 no admite conexiones simultáneas para acceder a los correos.
Las carpetas creadas en IMAP no pueden ser leídas en POP3, por lo que es importante tener en cuenta este aspecto a la hora de elegir qué protocolo utilizar.
Hemos visto qué significa POP3 y cómo funciona el protocolo POP3. A la hora de configurar tu cliente de correo electrónico puedes elegir entre utilizar POP3 o IMAP. Ambos protocolos tienen sus pros y sus contras, siendo interesante el POP3 para manejar grandes cantidades de correo y almacenarlos de forma local para su acceso sin necesidad de conexión a internet. El protocolo IMAP es más apropiado para gestionar cuentas de correo electrónico desde distintos dispositivos de forma simultánea.
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